sábado, 24 de noviembre de 2012

¿Qué es una Maldición?



Dios mismo habló a Moisés para que dejara escrito, los dos senderos de la vida que el hombre puede escoger. Uno es el camino de la bendición y el otro el de la maldición. Dios quiso que el pueblo fuera consciente de ello, para apropiarse de la bendición.

La maldición consiste en no hacer ni oír la voluntad de Dios. La bendición de Dios por el contrario, es creer, hacer y recibir su favor.

El hombre como ser espiritual tiene un caminar que es espiritual; aunque este no se ve, existe y es real. Este caminar es el que tiene que ver con nuestros actos y con todas las cosas que decidimos hacer en el transcurso de nuestra vida. Lo podríamos comparar con al andar de un viajero, el cual se dirige a donde quiere ir. Muchos escogen el camino al azar, sin ordenar sus pasos, eso es peligroso porque les surgen experiencias sorpresivas que no podrán evitar. Dios le dió al hombre el libre albedrío, donde cada uno decide por sí mismo lo que quiere hacer. Por eso Dios puso delante de su pueblo, los dos caminos: el de la vida y el de la muerte, el ancho y angisto; el de la bendición y el de la maldición.

Jesús habló acerca de estos dos caminos y el hombre es el que decide cual de ellos escogerá.

Dios mismo permite que sea el hombre el que elija cual va a escoger (si por el ancho o por el angosto). Muchos son los que escogen el camino ancho, ya que es el que tiene menos dificultades, es sin  restricciones, ofrece todo tipo de placer y se acopla fácilmente a la aspiraciones deseos personales.

Al hombre le gusta tomar sus decisiones propias.

En el camino ancho, el placer de la naturaleza caída, es libre para caminar según la voluntad del alma no redimida. Al hombre le gusta sentirse líder para tomar decisiones propias sin consultar con Dios.

Mientras que el que escoge el camino angosto, tendrá que negarse a sí mismo, a sus propios placeres personales, para agradar a Dios. Jesús dijo: el que quiera ser mi discípulo tome su cruz y sígame.

Tomar la cruz de Cristo es aceptar voluntariamente la negación de las cosas que estorban en el caminar cristiano. Eso significa doblegar la propia voluntad humana para escoger hacer la voluntad de Dios, (ella siempre será buena, agradable y perfecta). El que toma esta decisión es sabio y alcanzará la gracia de Dios.
Dios te da la oportunidad a escoger entre la vida y la muerte, entre el camino ancho y el angosto, entre la maldición y la bendición. Es una decisión que tú debes de tomar. ¿Qué vas a decidir? el camino que Él ya tiene preparado para ti, o seguirás andando por el que tú quieras ir?
Dios mismo colocó las dos alternativas para que el pueblo de Dios escogiera el camino a tomar. Eso está escrito en Deuteronomio 11:26-29, cuando dice: “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios.”

También el apóstol Pablo exhorta sabiamente diciéndo: …No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2. Muchos aún no se han decidido  aún y otros miran lo que dejaron atrás; por eso es importante hoy tomar la mejor decisión.

Cambiar la forma de pensar haciéndo un giro total en las decisiones incorrectas, puede tornarte la maldición en bendición para el resto de tu vida.


Escogiendo Correctamente el Camino que Lleva a la Bendición


Dios mismo le da al hombre el derecho de escoger lo que quiere hacer. Sin embargo, el no hacer la voluntad de Dios, eso abrirá puertas para caer en maldición. Cada maldición, es un mandamiento de Dios sin cumplir. Es importante entender que en el momento que se desobedece, se activa la maldición, mas a la vez que se obedece se activa la bendición.
!Se un portador de las bendiciones divinas y renuncia a la desobediencia! no te maldigas a ti mismo.

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