martes, 17 de marzo de 2009

VENCIENDO NUESTROS PROPIOS GIGANTES

Lo que esta dentro de tu mente siempre es mas fuerte que la influencia que esta afuera. Si bien hemos recibido del exterior, la mayor influencia para nuestras vidas, lo que creemos ahora, es definitivo para ser o no lo que seremos.

Si quieres ser vencedor en todo lo que emprendas, deberás comenzar a cambiar tus pensamientos. La duda y la inestabilidad basada en los sentimientos y en los que ves físicamente, pueden ser un arma destructiva para una vida exitosa.

Definitivamente tenemos que aprender a no confiar en nuestros sentidos naturales y aprender a ejercitar la fe. Debemos de conocer la diferencia entre lo humano y lo que proviene del Espíritu de Dios, hacer la clara diferencia entre sueños propios y el verdadero llamado de Dios.

Nuestra confianza en la verdad, la palabra eterna de Dios afirmara nuestra mente y ya no estaremos en el mar de la indecisión sino que veremos como Dios ve las cosas, y hablaremos como El habla. La verdad nos hará libres dijo Jesús. Libre de nosotros mismos, porque nuestras dudas como fortalezas interiores, se pueden convertir en el peor enemigo.

La fe como una firme confianza en la verdad, en estos días, es tan necesaria como la comida que nos nutre el cuerpo. Si a tu mente no le das un sano alimento, lamentablemente se enfermara y será secretamente tu propio enemigo.

Muchos son los que siguen bajo presión del miedo. Muchos son los esclavos de si mismo sin saberlo. Ellos mismo creen en todo menos en ellos mismos.
Si eres como los demás que miran corrientemente lo que les sucede a su alrededor, nunca llegaras a meta trazada por Dios.

Es pues la fe, la certeza de lo que no se ve. Para ver lo que no se ve (físicamente) debes verlo en tu espíritu primeramente, tienen que ser soñadora de los divinos propósitos, que tienes dentro de tu final, ver lo que va a acontecer, y creerlo. Dios lo ve, tal como El decidió que seria tu destino. No seas tu mismo el matador de tu destino por tu propia incredulidad.