martes, 10 de marzo de 2015

EXPERIENCIA ESPIRITUAL, CON EL SEÑOR, DE JOAQUÍN MONTAL

EXPERIENCIA ESPIRITUAL, CON EL SEÑOR, DE JOAQUÍN MONTALAR

Proverbios 22:3
3 El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan y reciben el daño.

Me llamo Joaquín Montalar, tengo 12 años. En el mes de enero de este año 2015, se celebró nuestro congreso del ministerio “Generación Impacto” (niños entre 10 y 13 años), con una asistencia de 70 niños además de los 21 líderes a cargo.    

Estábamos en plena reunión, en un tiempo de intensa oración. Me encontraba con la cabeza hacia el suelo, los ojos cerrados y orando, cuando en ese momento siento una voz que me habla y me dice: “Joaquín, Joaquín, Joaquín”. Miro a los lados para ubicar de dónde venía esa voz que me llamaba, pero no había nadie que lo estuviera haciendo. 

Entonces volví a agachar la cabeza y de nuevo volví a escuchar la misma voz. En ese momento comencé a ver imágenes como observando una película, vi a una persona salir y levantarse del suelo, de la nada.  

Esta persona se hacía pasar por bueno en medio de una crisis global de dinero donde desaparecían tanto el dinero efectivo como todas las tarjetas plásticas. Vi la gente angustiada en gran manera que abogaba por alguien que gobernara el mundo. Este ser  salido de la nada, se convirtió en el primer presidente electo del planeta. Vi que la gente se moría de hambre y se peleaban  hasta por un pedazo de pan; las personas se mataban. Entonces empecé a escuchar de nuevo la misma voz, y me decía que faltaba tan poco que los años que restaban, para el fin, se podían contar con los dedos de mis manos. 
  
Yo me puse a llorar, y en ese momento el líder que nos estaba ministrando me tocó la espalda y me dijo “sal adelante del grupo y di lo que has oído y visto”. También mi amigo Vicente Villagrán, que estaba cerca de mi, me animó a salir adelante y, a pesar de mi temor y timidez, lo hice y conté mi experiencia. 

Me es muy difícil explicar la sensación que percibí en ese momento. Por un lado sentía paz, pero también me sentía ansioso, nervioso. Ufff, nunca antes había sentido algo parecido. 

Puedo decir que la voz que me habló era inexplicable. No se parece a nada que yo hubiera oído antes.  

Nota: Esta experiencia, que he transcrito de los labios de mi hijo, he buscado hacerla lo más entendible posible pues me ha parecido importante que se conozca. Soy Alejandro Montalar (padre de Joaquín), y estoy sorprendido de cómo Dios nos está advirtiendo acerca del Arrebatamiento y de  Su Pronta Venida a la tierra. 


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