Por la
Pastora Lidia
Los españoles no están aceptando los cambios que la
Iglesia católica quiere hacer a sus feligreses españoles.
Escrito de protesta, “aunque uno no hace el mundo”
Nuestros talibanes y su casilla en el
IRPF
“…Quieren imponer el matrimonio hasta
la muerte y sólo heterosexual, por supuesto; que los fetos con malformaciones
graves nazcan a toda costa, aunque sea para morir poco después o tener una vida
llena de sufrimiento; y que no podamos optar por una muerte digna si así lo
deseamos. …han dejado claro en los últimos días que quieren someternos a todos
a leyes impuestas desde el ultra catolicismo. Son nuestros talibanes, los
integristas religiosos de la España del siglo XXI. Si les dejaran, recuperarían
la Inquisición y a quienes no seguimos sus dictados -ni lo haremos nunca, por
mucho que les pese- nos condenarían a la hoguera o a cosas peores. Siempre, en
su infinita misericordia…”
Así
empieza un escrito por: Luis Alfonso Gámez
en su blog, él como muchos españoles no están de acuerdo con las nuevas disposiciones
que quieren imponer el: Cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la
Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá
de Henares y presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la
CEE, Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia, y el Foro Español de la
Familia (FEF)
El conflicto
esta alcanzando al mismo gobierno español, que hace alianza con el Vaticano.
Es imposible aplicar una ley contraria después
que gustan la que le antecedio. Si se les ha dado libertad sobre el aborto y el
matrimonio gay, es difícil volver la mente atrás.
Pensemos un
poco: ¿A quienes el Señor le dió las
palabra de su ley para que las cumplieran? ¿A los Sodomitas? ¿A los Hititas?, ¿A
los Egipcios? En primer lugar: La palabra no puede ser enviada a corazones
impíos, no puede ser aplicada por el “no limpio, profano, pagano”, aquel que
ama más el pecado que a Dios.
¿Cómo pues el Papa Francisco quiere aplicar un modo de vivir al que no ama la santidad?
¿Qué se mueve detrás de
esto?
La Palabra del Espíritu (la voz de Dios) no puede ser adaptada en un
corazón no redimido por la sangre de Cristo; es decir aquel que no ha sido llamado a ser santo. (El ser santo como Pablo
llama a la Iglesia en su epístola se refiere a hombres pecadores “que por
Cristo recibieron la gracia de ser santos”.
La ley de YHVH leída ahora en
la Santa Biblia; es para el pueblo de Dios no para el que ama el pecado.
Implantar la palabra de Dios a los impíos eso trae mas blasfemia, mas odio
contra Dios porque el “carnal o natural” no puede entender las cosas del Espíritu.
Y la ley del pecado lo hace enemigo de
Dios. Sino mas bien se convierte en enemigo de Dios.
El Apóstol Santiago dice que los que aman al mundo se convierten en
enemigos de Dios. ¿Podrá una Nación como España, volver a amar a sus hijos del
vientre que por años han abortado? mientras la sociedad esta creyendo que es
simplemente una simple célula multiplicada. Han aborrecido el fruto de su
vientre y han abortado sus hijos, ¿podrá una nación que ama el pecado y
aborrece la ley de Dios aceptar una ley ahora que surge como una imposición de
un cambio que ofrece Roma? . Esto es España, veamos mas adelante la reacción de
otras naciones.
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