La tensa situación que están viviendo los cristianos en Damasco, por la crisis económica, social y la guerra civil que está afectando al gobierno sirio y ciudadanos, han causado que el 40% de la congregación de una iglesia en Damasco, huyeran fuera del país.
El pastor Edward de la iglesia en Damasco, dijo que la situación en la capital siria es bastante triste, y no pinta nada bien, la tristeza se puede palpar por las diversas situaciones que el país se encuentra atravesando en estos momentos, el pastor dijo: “La situación es muy triste, hay una profunda tristeza, como también de estrés y de ansiedad”.
Desde que comenzó la guerra civil en Siria, desde hace 2 años y medio, el pastor dijo que un 40% de los miembros de la congregación que pastorea, se marcharon del país, y no solamente han sido miembros de la iglesia, además dijo que esa es la realidad de la mayoría de iglesias en Siria, y que ahora les ha tocado enfrentar. Los miembros que tienen una posición económica más estable, y contactos en el extranjero, son los que han tenido más posibilidades de salir del país, ante la devastación causada por laguerra actual en Siria.
El pastor Edward, dijo que algunos de sus miembros le han comunicado que están esperando la oportunidad, para lograr encontrar el lugar que les albergará, al salir de Siria: “Ellos están esperando encontrar un lugar para poderse ir”, dijo.
Aunque no todos se han ido, el pastor comentó que “muchas de las familias que visitamos y ayudamos con algunos suministros alimenticios, vienen aún a nuestros servicios”, la lucha que está ocurriendo en Siria, aún no ha tocado la zona central de Damasco, pero nadie se ha librado de escuchar los sonidos causados por las explosiones y disparos a larga distancia; “parece que el fin no se ve” dijo el pastor Edward, “los cristianos son como el resto de la gente que temen por su seguridad y el futuro de sus hijos”, señaló.
En el comunicado ofrecido por el pastor, también dijo que los ingresos en Siria, cada día son menores, debido a la devaluación de la moneda, y por la crisis e inestabilidad que se vive en el país: “El trabajo de ayuda a través de nuestra iglesia está todavía en curso. Aunque cada vez es más difícil y riesgoso, por la falta de disponibilidad de algunos materiales. En ocasiones nos toman varias semanas reunir los elementos necesarios para los paquetes de alimentación”, dijo, y continuó diciendo; “Pero gracias a Dios tenemos a personas comprometidas que están haciendo el trabajo, y nuestro paquete de ayuda sigue siendo una de las pocas cosas buenas que muchas familias desplazadas reciben. Los equipos están haciendo un trabajo maravilloso, al tocar personalmente el dolor de muchas familias, brindándoles apoyo físico y emocional” dijo.
El pastor elogió el valioso apoyo de la membresía en la iglesia que pastorea, y se ha convertido en un ejemplo de amor para millares de iglesias en el mundo.
A pesar que parte de la membresía decidió abandonar el país, el pastor Edward dijo que “quiere quedarse en Siria”, y lo que ocurre ha contribuido a que la iglesia en Damasco se acerque cada día más a Dios, y se acerquen más el uno al otro.
“Muchas gracias por sus oraciones, y preocupación por nosotros como iglesia en Siria, agradecemos su ayuda y apoyo”, dijo el pastor a "Open Doors USA", una organización que se encarga de velar por los cristianos que son perseguidos en el mundo, y quien compartió las valientes declaraciones del pastor al mundo.
“Mi esposa y yo tenemos una profunda sensación de paz, y ambos creemos que esta paz es un don de Dios para que podamos permanecer en el país, para alentar a nuestro pueblo y aliviar un poco el sufrimiento. Vemos fuertemente la mano de Dios en la iglesia y con la iglesia, que nos motiva a quedarnos. Creemos que Dios nos ayudará a superar los retos que vienen en camino. Tenemos un fuerte sentido de responsabilidad y lo vemos como un privilegio a seguir en estos momentos en el país. Aunque pasamos por momentos bajos, y algunas luchas, confiamos en la mano soberana de Dios y de su bondad”, concluyó el pastor Edward.
Las Naciones Unidas han condenado el uso de armas químicas en Siria, pero aparentemente aún no han tomado conciencia de la muerte de miles de cristianos, que son decapitados en Siria, mientras los grupos de rebeldes avanzan, y los obligan a negar su fe en Cristo, a cambio de “otorgarles la vida”.
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